[ID] Dio Brando —Maestro

Para describir a un hombre como Dio, es tan sencillo como relacionarlo con el ego. Es un hombre orgulloso, egocéntrico, alguien a quien no le importa pasar por encima de otros para obtener lo que quiere. Con una mente capaz de maquinar ideas maquiavélicas, Dio es alguien que goza de lo que muchos otros en la industria desearían: Carisma. Desde muy pequeño él goza de éste don, lo que le ha convertido en un ejemplo a seguir para algunos, y una piedra en el zapato para otros tantos. Seguro de su talento y de lo que es capaz de lograr con todo lo que ha aprendido a lo largo de su vida.

Se conduce siempre con elegancia y de manera refinada, aunque algunas veces es capaz de recurrir a la violencia, únicamente cuando se le orilla a esto. De lo contrario, procurará mantener distancia en todo momento, pues se considera alguien con clase, que evita dar atenciones innecesarias a "la plebe". De la misma forma, Dio es alguien manipulador, que gusta de tener el control en cada situación que se presente, siempre buscando los mejores resultados siempre y cuando sea para su propio beneficio. Además de su entereza e inteligencia, se sabe que ha obtenido conocimientos vastos gracias a su hábito por la lectura, lo que le dio también armas para defenderse en un mundo distinto al que vivió cuando era tan solo un niño.

Cuando se trata de quitar un obstáculo del frente, siempre buscará primero persuadir a la gente de estar de su lado, y quitarlos del camino si es que se oponen a sus deseos. Ambicioso, sádico y arrogante, es capaz de todo con tal de alcanzar sus metas, por supuesto, sin perder el encanto y elegancia que le caracteriza.

Desde temprana edad, ha demostrado ser de esas personas capaces de embrujar a todo aquel que se proponga, pues es su tono de voz lo que le ayuda para tal menester, una persona no con madera de líder, pero sí de dictador. Es bastante altanero, y no se deja pisotear por absolutamente nadie; es él quien pisotea. Acostumbrado a estar bajo los reflectores, Dio sabe cómo acaparar la atención de las personas. Por supuesto, él es disciplinado, y exige lo mismo para con sus alumnos, lo que puede volverlo un verdadero monstruo cuando no se siguen sus reglas, no precisamente porque sea terrible estando molesto, sino porque es difícil discernir cuando lo está o no.


— Odia a su hermano adoptivo.
— Detesta con el alma los berrinches.
— La mediocridad no es algo que él tolere.
— Su principal instrumento es el violín. Aunque sabe tocar otros, ninguno le llama la atención tanto como el primero.
— Pasa la mayor parte de su tiempo leyendo.
— Al ser profesor de la clase S, es más que estricto con sus alumnos.
— Es considerado un bastardo por algunos chicos, y llamado un "sueño" por las chicas.
— Cuando cumplió la mayoría de edad, decidió retomar su apellido original, más que nada porque le recordaba la vida tan complicada que tuvo en su infancia, aquella que le ayudó a mirar siempre al futuro.
— Nunca se ha enamorado de forma sincera.
— Es difícil saber si cuando sonríe está molesto o realmente contento.
— Le gustan los gatos negros.
— Odia a los perros.


De padre italiano y madre inglesa, nació en los barrios bajos de Londres, siempre viviendo en una familia disfuncional. Su padre era un adicto al alcohol, y su madre una mujer que hacía todo lo que estaba a su alcance para darle lo mejor a su hijo y además cumplir con los vicios de su marido, lo que le llevó finalmente a la muerte. Dio quedó huérfano cuando su padre resultó no ser capaz de cuidarle por mucho tiempo, y por su bien fue llevado a un orfanato, donde se convirtió rápidamente en la sensación, un niño que atrajo a todos, y que pronto se volvió la primera opción para las parejas que deseaban adoptar.

No fue sino hasta los 10 años que acabó en una familia de gran poder económico, y que además era reconocida por sus integrantes, todos dentro del mundo tan caprichoso como era el de las artes. Su madre era una cantante de ópera, una mujer de extraordinaria belleza, que le enseñó a ser elegante, aquella que le ayudó a desarrollar hasta el punto máximo el carisma que desde pequeño demostró. Por otro lado, su padre era un concertista, conocido por su habilidad con el violín, un hombre que enseñó a Dio a ser fuerte, a no dejarse pisotear por nadie, a mantener siempre el rostro en alto.

La vida perfecta para un niño como él, de no ser porque tenía un rival en su propio hogar, un hermano adoptivo con quien siempre tuvo disputas, a quien siempre buscaba opacar hasta dejarlo reducido a nada más que una mancha en el bello lienzo que era su vida. La infancia de Dio fue suficiente para que se generase una poderosa rivalidad, que continuó por años hasta que ambos cumplieron los 16 años, edad en la que sus talentos fueron descubiertos en medio de un recital de su colegio. Dio tenía habilidades increíbles con el violín, y su hermano era un genio en el piano; no obstante, Dio demostró habilidades incluso mayores, un prodigio para prácticamente cualquier disciplina. Fue ésto lo que le ayudó a escalar, explotando por supuesto esa forma cautivadora de ser, lo que le ayudó a convertirse en un reconocdo actor de cine y televisión, al punto de ganar más de un premio Óscar.

Precisamente por esos premios, fue llamado pronto a la Academia Saotome por el director de la misma para volverse profesor poco después de haber cumplido los 22 años. Después de muchas invitaciones y una buena dosis de ego inyectada a su persona, al fin aceptó, tomando el puesto como uno de los profesores de la Academia, concretamente de la clase S.